GOLPE PASA, MAÑA QUEDA
"Cojuda, ¿no tienes miedo que te saque la mierda tu marido si se entera?"
"Y que mierda, respondió Ana C. con determinación, el golpe pasa la maña queda"
RONDA NOCTURNA
Para enfrentar al terrorismo, a fines del siglo que pasó, el destacamento militar acantonado en Ambar conformó un comité de autodefensa.
Un destacamento armado con escopetas (integrado incluso por no pocos ex terrucos) que durante las noches recorría vigilante las calles del pueblo.
Una de aquellas noches, Teodorico Tena Teodoro, comunicó que desde una de las casas se escuchaba gritos y alaridos.
"No hay derecho, todos tenemos una hermana o hija, hoy lo cagamos a ese hijo de puta", contestó el jefe de grupo y arrancó desgaritado.
Cuando llegó a la casa Marcos Sosa comprobó que en verdad la mujer daba gritos. Gritos de júbilo en el silencio de la noche.
AMBAR QUERIDO
"¡Hermoso pueblo de Ambar! ¡Pueblo de hermoso y majestuoso pino!", gritaba eufórico a medianoche Payo Quinteros en una calle del barrio de Botonero.
Al escuchar sus gritos, la bella María Urbano despertó. Prestó atención y terminó por sonreír.
No era para menos, a través de las amplias ventanas de la más elegante y confortable casa-huerta del pueblo alcanzó a oír nítidas las palabras finales de la arenga del viejo: "¡Pueblo de hermosas mujeres! ¡Putas y muy reputas!"
No era para menos: meses antes su mujer lo había abandonado para irse a vivir con el hijo de su hermano.
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